Para nosotros, los terrícolas, que tuvimos la fortuna de compartir momentos con él, sabemos que era muy difícil seguirle el tren, era un ser incansable, era punta de lanza en todos los proyectos, desde la niñez.

Hubiera congeniado muy bien con Galileo Galilei…. Yo como asistente de él, lo hubiera disfrutado también.

Nuestros pasatiempos desde muy chicos siempre estuvieron relacionados con el cine, la música, el teatro y la fotografía.

Pasábamos largas horas con trozos de película, una lámpara y una lupa para tratar de darle movimiento o con un viejo disco de pasta, un cono de papel y una aguja para tratar de generar un sonido a modo de vitrola.

Hacer títeres con papel mache (con diarios y engrudo) para después hacer funciones a nuestros padres y vecinos.

El dibujaba películas en tiras de papel de panadería, para proyectarlas sobre una sábana, creando cuentos con leyendas cuadro a cuadro.

Hicimos cosas con barro y más adelante con arcilla.

Siempre había en casa acuarela, temperas y pinceles.

Siempre fue un devorador de libros y revistas y asimilaba todo lo que leía, sabia de matemáticas, geografía, literatura, historia , física, música, de química poco, idioma español mucho, de ortografía nada.

Me llevaba 4 años, pero había un abismo de sabiduría, era mi Google, desde muy chico me obsesionaba no entender lo que era el infinito, él lo tenía muy claro y me lo explicaba, sabía lo que era un movimiento aleatorio, para él era muy simple, agarro un papel lo arrugo con sus manos y lo dejo arriba de la mesa el papel se empezó a abrir solo, eso es algo aleatorio, es algo impredecible e irrepetible.

Tenía  una enorme capacidad de abstracción, se pasaba leyendo a tal punto que mis padres tenían que gritarle que la comida estaba pronta, no escuchaba nada estaba como poseído.

Todo lo pintaba a su modo y lo decoraba, me acuerdo que una vez forro todos libros del liceo  con papel de diario, que yo le decía que iba a quedar feo, pero no, quedaron barbaros y causaron sensación.

Nos gustaba hacer sellos y grabados, una vez vio en Mosca un pequeña caja con una lámina de goma 4 formones un rodillo y un pomo de pintura, era para hacer grabados y se lo pidió a nuestra madre que se lo regalara para el cumpleaños, pasmos horas días semanas y meses haciendo reproducciones.

Leíamos Billiken

Coleccionábamos Selecciones escolares

Teníamos la colección Lo Sé Todo hasta el volumen 3 solamente.

Teníamos un cuarto de revelado de fotografía.

En año 1970 se compró una filmadora usada 8mm e hizo figuras animadas.

En el año 1987 tuvimos contacto con las primeras computadoras hogareñas, se destacó mucho ayudándome a hacer programas en lenguaje máquina, nunca lo pude igualar  y en 1990 compramos la primera PC ( a crédito ), y comenzó su gran transformación artística siendo el pionero en ciberarte.

Yo siempre fui un simple asistente y aprendiz que disfrute enormemente y lo volvería a hacer mil veces más.

Antonio Martinez Portillo